El marrón es un color que no es primario, secundario ni terciario y, por tanto, no tiene color complementario.

Este color cálido se suele definir como un color poco luminoso que desaparece en favor de otros colores. Sirve en particular como una variante del negro cuando este satura una obra.

Lo encontramos por todas partes en la naturaleza, tanto en el reino animal como en el vegetal. Hay muchos tonos de marrón: sepia, castaño, pardo, óxido, cobre, leonado, etc.Al igual que el gris, no encontramos el marrón en los colores definidos por la síntesis sustractiva (enfoque físico para definir los colores) ni por la síntesis aditiva (enfoque pictórico para definir los colores): de hecho, es el resultado de la mezcla de un color primario y secundario según la síntesis aditiva y no se puede ver en un espectro de luz porque no existe longitud de onda marrón según la síntesis sustractiva.

Por tanto, resulta complejo de elaborar, pero se puede obtener mezclando azul y naranja, verde y rojo y violeta con amarillo.

Sin embargo, es más fácil obtener marrón en forma de pigmentos naturales, ya que son los que existen en mayor número: la tierra de sombra natural, la tierra de Siena natural, el marrón momia, el bistre o la tierra de Colonia…

El marrón es uno de los colores clásicos en pintura de múltiples movimientos artísticos. A finales del siglo XX, se pone de moda con creadores que se atreven a usar este color que antaño solo se usaba en los campos.